sábado, 29 de julio de 2017

Un viaje para disfrutar

Este año nos lo vamos a tomar con calma. Nuestro recorrido ciclista a lo largo del Mosela alcanzará un total de 300 kilómetros, desde Metz a Koblenz, pero la mayor parte de las etapas no llegarán a los 40 kilómetros y transcurrirán siempre por carriles bici perfectamente asfaltados y con escasas pendientes.

Los que todavía no hayan entrado en la séptima década de su vida, en este viaje formarán parte de los cicloturistas más jóvenes con los que nos vamos a cruzar. Los alemanes, tras haber coronado picos a golpe de pedal durante su juventud y madurez, dejan para la cuarta edad este carril bici perfectamente asfaltado que atraviesa sin apenas desnivel la región de tradición vitivinícola más antigua de Alemania y la más grande de las zonas compuestas por laderas en pendiente. Orientadas hacia el sur o el suroeste, estas laderas ofrecen un excelente microclima a las cepas y a otras plantas y animales exóticos. En esta privilegiada naturaleza se crían y desarrollan los renombrados vinos minerales Riesling que, en opinión de expertos y profanos se encuentran entre los mejores blancos del mundo.

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